martes, 27 de noviembre de 2012

Informe 2012 sobre Producción, Industria, Distribución y Consumo de Alimentación en España

 “Alimentación en España 2012”
El Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha presentado el informe anual que elabora Mercasa

El Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, presentó el pasado 13 de noviembre, el estudio Alimentación en España 2012. Producción, Industria, Distribución y Consumo, que elabora Mercasa; en un acto que contó también con la presencia del Presidente del Grupo SEPI, Ramón Aguirre Rodríguez, y el Presidente de Mercasa, Eduardo Ameijide y Montenegro. El acto se celebró en una rueda de prensa-desayuno de trabajo, en el Hotel Occidental Miguel Ángel (C/Miguel  Ángel, 31. Madrid).
El estudio de Mercasa está recogido en un libro de cerca de 600 páginas, en las que se agrupa toda la información estadística y documental disponible y más actualizada, sobre todos los eslabones de la cadena alimentaria, utilizando en cada caso las fuentes estadísticas, públicas o privadas, más reconocidas y fiables.
Para la edición de este informe, Mercasa cuenta con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, las Comunidades Autónomas, las asociaciones integradas en la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), y los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas. 

En www.adorococinar.com te resumimos algunos de los datos...
 
Comercio exterior agroalimentario

Como viene siendo habitual, el comercio exterior del sector agroalimentario tuvo en el año 2011
un balance positivo. Durante el último ejercicio, la exportación de alimentos superó a las
importaciones, aunque en ambos casos se produce un incremento con respecto a los valores del
año anterior.
El entorno intracomunitario es la base de la comercialización agroalimentaria española.
Aproximadamente el 80% de las compras y las ventas de alimentos y bebidas se realiza en el
seno de la Unión Europea (UE-27). De acuerdo con la información del Departamento de Aduanas
e Impuestos Especiales, en 2011 el valor de las exportaciones de alimentos ascendió a 32.037
millones de euros, con un aumento del 7,8% respecto al año precedente. Por su parte, el valor de
las importaciones ascendió a 28.926,8 millones de euros, un 8% por encima del volumen de
2010, con lo que el saldo de la balanza comercial agroalimentaria se elevó a 3.110,2 millones de
euros.

Industria alimentaria
 
La industria alimentaria española se presenta como uno de los sectores económicos más sólidos,
incluso ante una situación generalizada de crisis como la acontecida durante el último ejercicio.
En este sentido, la industria de alimentos y bebidas ha tenido un comportamiento menos
desfavorable que el conjunto de la economía y que el sector industrial español. El sector de
alimentos y bebidas ha seguido la línea mantenida desde el inicio de la crisis y se ha afianzado
como una actividad estratégica para la economía nacional.

Las ventas netas de productos de la industria alimentaria ascendieron a 83.773 millones de
euros durante 2011, lo que supone un incremento en valor del 1,8% respecto al año anterior,
conforme a la información que aporta la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas
(FIAB). Descontando la inflación, es decir en euros constantes, la producción del sector se redujo
un -0,7% frente al descenso del -2,5% experimentado en 2010.

Los subsectores de industrias cárnicas (21,3%), elaboración de bebidas alcohólicas (10,8%) e
industrias lácteas (10%) contribuyeron en un 42,1% a la producción total del sector de
alimentación y bebidas, ascendiendo su producción conjunta a 34.632 millones de euros.
Respecto al año anterior, han ganado peso relativo en el total de la producción sectorial los
subsectores de pan, galletas; productos de panadería y pastelería; frutas y hortalizas
transformadas; grasas y aceites; y, cárnicas. Por el contrario, han minorado su participación en la
producción alimentaria los subsectores de industrias lácteas; aguas minerales y bebidas
analcohólicas; molinería, almidones y productos amiláceos; bebidas alcohólicas; y, azúcar, cacao
y chocolate.

La industria alimentaria española contaba en 2011 con 29.334 empresas (con respecto al año
anterior, se ha producido una reducción del -3% que contrasta con la disminución del -1,2%
registrada en el número de empresas activas en el total de la economía y, además, con la
contracción del -4,5% en el conjunto de la industria). Atendiendo a la dimensión empresarial, en
la industria alimentaria únicamente el 3,7% de las empresas mantienen más de 50 trabajadores,
mientras que el 80,3% no tiene asalariados o cuenta con menos de 10.
El número medio de personas ocupadas en la industria alimentaria durante 2011 ascendió a
446.300 (aumento del 0,4% respecto a 2010). El 19,5% del empleo industrial se concentraba en
el sector alimentario y de bebidas y, además, suponía el 2,5% del empleo total de España.
Respecto al ejercicio anterior, la participación del empleo en estas actividades aumenta sobre el
total industrial y, además, en el sector de alimentación y bebidas se registra un incremento de la
ocupación. Durante 2011, el número de desempleados en la industria de alimentación y bebidas
disminuyó en todos los trimestres respecto a los datos registrados en 2010; la tasa de paro para
el año 2011 se sitúa en un 10,4%. La industria de la alimentación y bebidas contaba en 2011 con
384.000 afiliados a la Seguridad Social, lo que supone el 17,3% de los afiliados del sector
industrial y el 2,2% del total de la economía española.

Consumo alimentario

Conforme a la información aportada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente (MAGRAMA), a través de los Paneles de Consumo Alimentario, el gasto en los hogares
españoles en alimentación y bebidas ascendió en el año 2011 a 67.520 millones de euros.
Durante el último año se ha producido un incremento del gasto alimentario del 0,6% con
respecto al año anterior.
En la demanda de alimentación de los consumidores españoles priman los productos frescos; así
pues, la carne supone un 23% sobre el gasto total, las patatas, frutas y hortalizas frescas un
16,8%, los pescados un 13,3% y el gasto en pan alcanza el 5,8%. Al mismo tiempo, también se
configuran como partidas relevantes en el gasto alimentario la leche y derivados lácteos (12,0%
sobre el gasto total), los productos de bollería y pastelería (4,0%), el aceite de oliva (1,9%) o los
platos preparados (3,3%).

Gasto y consumo per cápita en el hogar

Durante el año 2011, el gasto por persona en alimentos y bebidas para consumo en el hogar se
cifra en 1.471,6 euros. En consecuencia, la media de gasto mensual en productos alimentarios se
sitúo en 122,6 euros.
La carne es el producto más demandado y cada español gastó el año pasado 338,1 euros en los
52,7 kilos per cápita consumidos. El gasto por individuo en pescado asciende a 196,2 euros y
supone un consumo de 26,7 kilos por persona.
Las frutas y hortalizas, tanto frescas como transformadas, tienen un protagonismo notable en la
demanda del consumidor español. Durante 2011, en términos medios, cada individuo consumió
101,5 kilos de frutas frescas, 85,4 kilos de hortalizas y patatas frescas y 13,4 kilos de frutas y
hortalizas transformadas; en cifras de gasto per cápita, el consumo referido supuso 134,6 euros,
113,2 euros y 27,7 euros, respectivamente.
El gasto y el consumo en leche y derivados lácteos también resulta notable en los hogares
españoles. Por persona, se cuantifica un consumo de 75,2 litros de leche y un gasto de 57,4 euros
mientras que los productos lácteos alcanzan, también en cifras per cápita, un gasto de 124,7
euros y un consumo de 35,3 kilos.

En términos medios, durante 2011 cada español consumió 35,6 kilos de pan, 13,0 kilos de
bollería y pastelería y 11,9 kilos de platos preparados que, en términos de gasto per cápita,
supusieron 85,4 euros, 59,3 euros y 48,3 euros, respectivamente.
El aceite de oliva, el vino y los huevos son alimentos arraigados en la cultura gastronómica
española y, por tanto, con una presencia generalizada en la demanda de los hogares. Durante
2011 cada español consumió 9,7 litros de aceite de oliva y gastó 23,8 euros en este producto; el
consumo per cápita de vino ascendió a 8,9 litros y supuso un gasto de 19,8 euros por persona;
finalmente, el gasto en huevos llegó a 16,1 euros y se corresponde con los 8,2 kilos de huevos
consumidos, en términos medios, por cada español.

La evolución del mercado alimentario español está condicionada por los cambios demográficos
que se vienen experimentando durante los últimos años: el número de hogares ha venido
creciendo más rápido que la población, cada vez hay más hogares con adultos mayores de 50
años, las personas que viven solas van incrementando su representatividad o se advierten más
hogares sin niños. Ante todas estas circunstancias, el consumo alimentario aparece condicionado
por las diferentes características que tienen los individuos que realizan su demanda. Esto es, el
tamaño de la población de residencia, el número de personas que componen el hogar, el nivel
socioeconómico, la presencia o no de niños en la familia, la situación en el mercado laboral del
encargado de realizar las compras o la edad del mismo son variables que intervienen
significativamente en la decisión de compra de alimentos y bebidas.

El gasto en alimentos y bebidas también fue dispar por comunidades autónomas durante 2011.
Así pues, la media de 1.471,4 euros per cápita a nivel nacional se ve claramente excedida en
Cataluña (1.659,6), País Vasco (1.635,5), Aragón (1.624,5) y Cantabria (1.608,5) mientras que
sucede lo contrario en Extremadura (1.270,1), Andalucía (1.318,1) y Castilla-La Mancha
(1.319,3).

Al mismo tiempo, el consumo per cápita de los principales grupos de alimentación también
ofrece diferencias notables entre las distintas comunidades autónomas.
- En carne, el mayor consumo se localiza en Aragón (65,8 kilos) y el menor en Canarias
(43,8 kilos).
- Para el pescado, en Cantabria se consumen 35,6 kilos mientras que en Canarias se llega a
18,7 kilos.
- Las principales diferencias en el consumo de aceite de oliva se encuentran entre
Cantabria (13,8 litros) y la Comunidad Valenciana (6,7 litros).
- Aragón es la comunidad que más hortalizas frescas consume (90,0 kilos) mientras que
Galicia tiene los registros más reducidos (47,3 kilos).
- En frutas frescas, el mayor consumo corresponde a Castilla y León (127,5 kilos) mientras
que el menor está en Canarias (81,9 kilos).
- Extremadura es la comunidad que menos vino consume (5,7 litros) mientras que
Cataluña alcanza los valores más elevados (11,5 litros).

La alimentación fuera del hogar

Durante los últimos años, el mercado de la alimentación había venido asistiendo a una
transformación en la vertiente de la demanda extradoméstica. Esto es, el sector de la
restauración, tanto en su vertiente comercial como colectiva y social, se había convertido en una
opción habitual para cubrir una parte importante del consumo de alimentos y bebidas. No
obstante, en el contexto económico actual, estos planteamientos deben ser revisados puesto que
muchos individuos han modificado sus hábitos con respecto a la demanda de alimentación
extradoméstica debido, entre otros aspectos, a la reducción de su renta disponible y al
empeoramiento de las perspectivas en el mercado laboral.
En el año 2011, el sector de la restauración ha venido experimentando un descenso continuado
en su actividad. Las cifras de NPD Group indican que a final de año, y con respecto a ese mismo
periodo del año anterior, las ventas totales se han minorado en un -3,8%, las visitas en un -2,9%
y el ticket medio ha bajado un 0,8%.

Comercialización de alimentos y bebidas


Durante el año 2011 se advierte la significativa participación de las actividades minoristas de
alimentación en el conjunto de la estructura distributiva. Sobre el total de licencias concedidas,
un 31,5% se asocia al comercio de alimentos y bebidas mientras que, al mismo tiempo, cuando
se analiza la superficie de venta, la participación alcanza el 19,9%. Durante el último ejercicio, ha
disminuido el porcentaje sobre el total de licencias en dos puntos porcentuales mientras que se
ha elevado la participación sobre el total de superficie de venta en medio punto.
Atendiendo al conjunto de la población, se estima que existen en España 5,3 actividades
comerciales y 408,5 m2 dedicados al comercio de alimentación y bebida por cada 1.000
habitantes. En cuanto a las comunidades autónomas, destaca una dotación por encima de la
media en los casos, por ejemplo, de Comunidad Valenciana (569 m2/1.000 habitantes), Navarra
(508 m2/1.000 habitantes), Asturias (478 m2/1.000 habitantes) o Cataluña (439 m2/1.000
habitantes).
En el entorno de la Unión Europea, la estructura distributiva de productos alimentarios de
España se caracteriza por contar con un número más reducido de compradores por
establecimiento. Además, la densidad comercial española supera a la media de la Unión Europea,
los establecimientos cuentan con un menor número de empleados y su productividad (medida
como ventas por empleado) también resulta inferior.
En cuanto a la repercusión de las marcas del distribuidor, las cuotas son inferiores en España a
las existentes, por ejemplo, en Suiza, Alemania o Reino Unido. Por último, la concentración de las
primeras marcas de distribución alimentaria en España adquiere niveles medios con respecto a
otros países europeos.
Los hogares españoles utilizan distintos formatos para adquirir los alimentos y bebidas. En este
sentido, destaca la importancia relativa de los supermercados (52,4% de cuota de mercado en
2011) que han aumentado progresivamente su participación en detrimento principalmente del
comercio especializado (24% de cuota) que junto al resto de formatos tienen una presencia cada
vez menos notable. Los hipermercados cuentan con una cuota cercana al 14,5%.
No obstante, conviene apuntar ciertas diferencias en la elección de los establecimientos por
parte del consumidor español según se trate de alimentación fresca o de alimentación seca.

Para la alimentación fresca, el comercio especializado sigue siendo uno de los formatos
preferidos por el comprador español (alcanza, por ejemplo, una cuota del 33% en la
comercialización de carne o del 41,6% en las frutas frescas).
Para la alimentación seca, los establecimientos de libreservicio se han convertido claramente en
la opción preferida por los hogares (los supermercados concentran, por ejemplo, el 69,5% de las
ventas de leche o el 58,7% de las ventas de aceite de oliva).

Cuotas de mercado en la distribución de alimentos y bebidas

Fuente: Elaboración propia con datos del MAGRAMA (2012).
Con carácter general, los consumidores dedican un promedio de 3 horas a la semana para
realizar la compra de alimentos y se rompe la tendencia de los últimos años de emplear menos
tiempo en la realización de la compra. En este sentido, ante la crisis, los consumidores analizan
con más detenimiento los productos que compran y los precios que pagan por estos productos
(por ejemplo, en 2008 el tiempo medio dedicado era de 2 horas y 45 minutos).

A la hora de elegir el establecimiento de compra, se prioriza calidad (66,7%) por encima de
precio (59,3%) y proximidad (40,4%) aunque éstos últimos tienen un gran peso en la elección
final. Para seleccionar los productos que se incluyen en la cesta de la compra, sigue existiendo
una fidelidad a las marcas (un 72,8% de los entrevistados en el Observatorio de Consumo y
Distribución, manifiesta comprar siempre las mismas).
No obstante, el precio cobra una mayor importancia y, por tanto, muchas veces se adquieren
productos más baratos aunque la marca no sea conocida (el precio ha ido aumentando su
importancia puesto que, por ejemplo, en 2007 sólo era mencionado por un 34,1% de los
compradores).
Los consumidores que declaran que les gusta comprar siempre en el mismo establecimiento
han bajado al 82,6% en 2010 mientras que, por el contrario, aquellos que suelen cambiar con
frecuencia de establecimiento han subido al 21,8%.
El 41,6% de los consumidores realiza las compras de alimentación indistintamente entre días
laborables y/o fines de semana, el 36,3% entre semana (de lunes a viernes a mediodía) y el
22,1% restante el viernes tarde y el fin de semana. Internet, como canal de compra de productos
de alimentación, es utilizado en alguna ocasión por un 8,5% de los consumidores (este
porcentaje se eleva al 15,1% entre los jóvenes menores de 35 años y disminuye al 5% para los
mayores de 50 años).
Durante el año 2011, sigue aumentado el consumo de marcas de distribuidor (el 92% de los
consumidores entrevistados las adquiere en algún producto). El precio es la variable más
valorada en los productos con marca de distribuidor (7 sobre 10) aunque la calidad y el
etiquetado también se consideran significativos (6,8 y 6,5 sobre 10, respectivamente). En el caso
de las marcas líderes estas valoraciones se invierten: calidad (7,7 sobre 10) y etiquetado (7,5
sobre 10) se evalúan por encima del precio (5,6 sobre 10).

Finalmente, en cuanto a la forma de pago de las compras de alimentación, un 63,3% de los
consumidores las hace en efectivo y un 30,8% con tarjeta de crédito o débito (el resto utiliza
tarjeta del propio establecimiento).

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